JOSÉ A. RUEDA
Foto: Antártica Estudio
La canción pop es aquella que habla de personas, que pone palabras a los sentimientos y atrapa al oyente aunque sea en solo un verso.
Modelo de Respuesta Polar es una de esas bandas que trabaja las canciones bajo estas premisas. Conciben el pop como un arte universal y por tanto no cuentan historias con principio ni fin, sino que avivan los versos y los dejan brotar.
Ahí radica la principal habilidad de Borja Mompó, compositor y guía espiritual del grupo, que en lugar de confeccionar estrofas y estribillos soberbios, libera sus palabras para que fluyan por su curso natural. Como el agua que mana de las entrañas de la tierra, se hace río caudaloso y lo mismo discurre pacíficamente por el monte que rompe bravío contra las piedras.
Con esta baza juega Borja, con la imprevisibilidad poética. Por no saber el oyente si sus palabras se remansarán hasta encontrar el silencio o se inflamarán hasta doler de angustia. El resto de la banda (Cristóbal Colom y los hermanos Mollá) acompaña la lírica con una irregularidad melódica que, en conjunto, consigue piezas capaces de mantener al receptor expectante.
Modelo de Respuesta Polar nacieron en Valencia a principios de esta década, debutando oficialmente con Así Pasen Cinco Años (Limbo Starr, 2012), siete canciones que equilibran el pop de amor y desamor de La Habitación Roja y la búsqueda de estructuras atípicas de Maga.
En 2014 se reafirmaron con El Cariño (Limbo Starr), que incluía un magnífico tema del mismo título convertido en clásico instantáneo del indie español. Ahora acaban de lanzar Dos Amigos (autoeditado y financiado vía fondeo colectivo), con el que dejan a un lado los coqueteos con el lo-fi, suavizan las guitarras más descarnadas y nutren su sonido gracias a la brillante labor de Ricky Falkner (responsable de la producción de algunos grandes del indie ibérico, como Love of Lesbian, Lori Meyers o Iván Ferreiro).
Con esto, su último álbum encuentra puntos en común con celebridades del rock emocional en español (Vetusta Morla) y en inglés (Interpol). Sin embargo, sus nuevas canciones recuerdan mucho más a la melancolía de McEnroe y no parece que vayan a gustar a las radios comerciales. Por suerte.