NICOLÁS GONZALEZ
El perfecto pop de dormitorio. Ese que nos emociona y nos dan ganas de amar.
Sobrenadar es Paula García. O más bien, Paula García es Sobrenadar. De cualquier manera, esta joven productora de tan solo 25 años, oriunda de la provincia de Chaco, en el norte más caluroso y selvático de la Argentina, ha demostrado a lo largo de un puñado de EP’s y un LP que la delicadeza, el buen gusto y la visión a futuro aún son posibles en el rock.
Tras un período de formación en Buenos Aires, Sobrenadar volvió a su Chaco natal, donde lejos de los grandes estudios de grabación compone y graba en forma solitaria Sobrenadar, su placa debut, que no es ni más ni menos que siete tracks de un bedroom pop de lo más dulce, que cuenta con el atractivo de sumar influencias del folklore propio de la región. Para que no queden dudas: si Atahualpa Yupanqui viviera y tuviera 25 años, sonaría como Sobrenadar.
Escuchar a Sobrenadar es como escuchar música bajo el agua. Y no es casual. Desde un primer momento la intención de García ha sido lograr algo así como una watery music. Y los ambientes logrados, la sutileza de su voz, casi en susurros, la utilización de reverbs hi-fi y las cámaras aplicadas permanentemente, lo transportan a uno a lugares de una profundidad casi inexplorada, donde la melancolía parece reinar en perfecta armonía con la esperanza.
Al debut le siguieron el EP Vent Solaire (2011) y el LP 1859 (2012); trabajos en donde se profundiza el costado ambiental de Sobrenadar. Los viajes se hacen más hondos y el trabajo vocal adquiere más importancia, no por lo que dice sino por cómo se dice. Es probable que muchas veces no se sepa de qué va la canción o qué está diciendo, así y todo, el “alma” del tema siempre se hará presente.
De manera inexplicable, al ver las letras, uno siempre encuentra frases acordes a las sensaciones que había imaginado. Ese logro de Sobrenadar no es poca cosa, teniendo en cuenta la dificultad del idioma español y de hasta los más experimentados letristas a la hora de transmitir emociones en pocas palabras.
En julio de 2013 Sobrenadar lanza Aucinari, un EP de cuatro canciones donde toda su hermosura, delicadeza, profundidad y bellísima imaginación se combinan para lograr su obra más completa hasta el momento. Un sonido etéreo, como si el universo estuviera bajo el agua y no en el espacio exterior; la voz un poco más al frente pero siempre entre susurros, baterías más ligadas al tecno, tempos lentos pero que invitan a bailar…
Sin duda, el perfecto pop de dormitorio. Ese que nos emociona y nos dan ganas de amar. Y es que ese es el valor más importante de Sobrenadar. El haber creado canciones de estructuras simples, pero de una sonoridad tan compleja que, al escucharlas, nos tiembla el piso.
Hoy Sobrenadar es, sin dudas, la esperanza del pop argentino.
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[…] permanente en Joyaz, aunque no una seducción sexual directa, sino una seducción naive; indie, de pop de dormitorio; en ocasiones debido a la dulzura de las melodías cantadas, la reverberación de las voces y el […]