NICO GONZALEZ
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¿Cómo algo tan bueno puede terminar tan mal?
Juan Sebastián Gutiérrez, Juanse, tocó la guitarra desde muy chico. La historia dice que en 1974, a los 12 años, escribió en su cuaderno de niño dos palabras, y siguió viviendo. Quince años después, esas palabras se repetirían en todas las paredes de Villa Devoto, un barrio de clase media alta de Buenos Aires, cuando el joven eligió el aerosol y el graffiti como método de difusión: Ratones Paranoicos.
Los Ratones fueron el cenit del rock & roll nacional. Muchas veces calificados como “los rolling stones argentinos”, la declaración no es exagerada, ni en lo musical, ni en cuanto a estilo de vida. Juanse saliendo de una habitación 5 estrellas destrozada, luego de haber “dormido” con 4 modelos, para ir a la cancha de Boca en limusina, es una escena clásica de la década de los noventas argentinos. Junto a Charly García, Juanse fue uno de los muy pocos que realmente vivieron la vida de Estrella de Rock.
Sucio Gas – Los Ratones Paranoicos (Los chicos quieren rock, 1988)
Vendieron cientos de miles de discos, y entre 1986 y 2011 editaron más de 20 álbumes. Juanse literalmente nadó en dinero, y siempre tocaron la misma música: rock & roll. Simple, cuadrado, algunos dicen chato. Pero efectivo. Muy bien tocado, como si hubieran nacido para eso. Sus primeros trabajos son ultra recomendables, una etapa primitiva muy ligada al post punk. Los Ratones Paranoicos mezclaron la elegancia Stone, con la vida de barrio pobre. Tomaban champagne y cantaban me persigue la policía. Sin saberlo, fueron el punto de partida para una escena que años después, abandonaría el champagne, pero se repetiría hasta el hartazgo en cuanto a lo “suburbano”. Las miles de bandas que años después formaron la escena de “rock chabón” o “rock barrial”, como se le llama ahora, son meras fotocopias de aquella idea poderosa de finales de los ochenta: hacer los Rolling Stones, pero en castellano.
Explotaron en el 91, con Fieras Lunáticas y no pararon. Telonearon a Guns N’ Roses y a los mismísimos Rolling Stones. Juanse no caminaba, flotaba. Se casó con una modelo, tuvieron un hijo y vivieron en un piso del mejor barrio de la ciudad. Cinco mil, diez mil, veinte mil, el público se multiplicaba. Amigo personal de Diego Maradona, en 1996 Juanse dijo “Yo era el raro del barrio, las madres no me dejaban entrar a las fiestas de sus hijas. Andaba con pelo largo, zuecos, me salían granos, y no me transaba una mina ni por casualidad. Después, plop. Estás con una limusina. Una mesa con mucha, mucha plata. Seis chicas en la cama. Un escenario donde decís cualquier pavada y todos gritan. Es peligroso eso. Es un revólver”.
La realidad es que Juanse nunca supo manejar ese revólver, y cruzó una línea delicada. De por sí, la auto repetición es aburrida, y su carrera solista, que arrancó en 1997 con Expresso Bongo (aún en paralelo con Los Ratones, que en esa época hicieron un MTV Unplugged), siempre fue bastante pobre.
Si bien William Blake dijo que “El camino del exceso lleva al palacio de la sabiduría” no siempre sucede así. En 2011 Juanse dice haber tenido una manifestación de Jesús en el piso de mármol italiano de su casa en Buenos Aires. A partir de ahí se convirtió en “un hombre de dios”, pero como canta Joaquín Levington, fundador de Turf y alguien que también conoce mucho de excesos, “no hay nadie más tarado que un drogón rehabilitado”.
Los Ratones Paranoicos – El Centauro (En vivo, 2009)
Ver a Juanse cantando rock & roll cristiano es algo patético, absurdo, y sobre todo bastante inesperado. Y a la vez no. Sus últimos discos, ya como hombre de dios, Baldíos Lunares (2011) y Rock es Amor Igual (2013), son de terror.
En 2015 editó un disco con canciones de Pappo. Cero originalidad, poco entusiasmo… dinero fácil. En el inter fue imputado por abuso sexual hacia una joven de 26 años en la provincia de Jujuy. Se defendió diciendo: “Fue en Jujuy, donde la mina más alta es como esta parrilla. Esta parrilla es más linda. Con la mujer que tengo no voy a ir a Jujuy a encerrarme con un mamarracho”, aunque aclaró: “Ojo, no tengo diferenciación racial”.
Desde hace unos meses forma parte del jurado de Rock del País, un programa de NO-talentos que transmite el canal TN y que es, prácticamente una parodia del rock. Un desfile de posers sin grandes habilidades y de nenes bien que ni vale la pena mencionar. Casualmente (o no), una de las bandas finalistas del programa es un grupo de “Rock Cristiano”.
Los Ratones Paranoicos. Una banda genial. ¿Cómo algo tan bueno puede terminar tan mal?
Juanse – Ven a mí (Rock es amor igual, 2013)
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[…] sistemática de una cuestión de derechos humanos y por lo tanto un encubrimiento. En su momento, Juanse, ex líder de Los Ratones Paranoicos, fue beneficiario de este blindaje cuando fue acusado de abuso […]