NICOLÁS GONZALEZ
Electrofunk desde la provincia de Córdoba.
Lucas Rivera, Tommy Rivera y Gastón Pérez Rivera son quienes desde 2011 llevan adelante De la Rivera; proyecto de la ciudad de Villa María, en la provincia de Córdoba, segundo centro neurálgico de la escena pop argentina después de Buenos Aires, diría yo.
Su primer trabajo fue el Volumen 1; nueve tracks editados por Discos del Bosque que dieron inicio a su catálogo. El álbum y el grupo en realidad, transcurren por un género que no es muy popular en la Argentina, como el electrofunk, estirándose hacia variables lounge o nü disco, que pienso que no está del todo comprendido por la industria de este país.
Por un lado, De la Rivera es sofisticado y elegante, porque suenan y componen a la altura de cualquier banda internacional, sin embargo no logran trascender el circuito pop-rock. De todas maneras, en los últimos años han logrado un buen grupo de seguidores y siguen ascendiendo dentro del panorama latinoamericano, hábitat natural para el grupo, desde mi punto de vista.
En 2012 editan Cassettera, donde refuerzan la idea y mejoran técnicamente, logrando sonar como una banda a la altura del sonido de los grandes festivales del mundo. Logran estirarse un poco más, porque si bien el electrofunk sigue ocupando el trono la banda se permite utilizar elementos de géneros como el disco, el soul y los ritmos caribeños.
Personalmente, encuentro simpática la utilización del idioma que hace De la Rivera, al mezclar palabras y frases en inglés con ese español típicamente argentino; sobrador, que dice plasha en lugar de plaia; y que puede parecer tan encantador como irritante, a la vez que le quita todo lo caribeño que pueda tener la melodía.
Su nuevo disco saldrá a finales de este 2014.