ARTURO URIZA
Su nuevo álbum es divertido y cadencioso, aunque…
Hace mucho tiempo que no tomo en serio a Snoop Dogg. Es un buen músico y tiene claridad para muchas cuestiones de sonido, pero el problema de convertirse en un personaje y eventualmente en una parodia del mismo no ayuda mucho a tomárselo en serio, y menos cuando hace colaboraciones sin filtro, como la de la (malísima) canción de Katy Perry.
Así que cuando sucedió todo eso de que Snoop ya no era Dogg sino Lion, sólo me quedó reír. ¿Qué pasa por la cabeza de Calvin Cordozar? ¿Acaso fue tanta marihuana la que lo hizo tener una revelación para volverse rastafari? ¿O sólo es uno de tantos casos de famosos negros que buscan un regreso de a sus “raíces” cualquier forma? Fuese lo que fuese, no tenía intención alguna de escuchar el disco de este ¿rapero?
Sé que es irresponsable de mi parte juzgar un material musical sólo porque no comulgo con las ideas de quien lo produce –y ni siquiera se trata del género, porque hay reggae que me gusta mucho, incluso trabajos que podrían parecer muy cutres, como el del rapero judío Matisyahu–. Por supuesto, no compro el discurso revolucionario ni religioso, y mucho menos viniendo de alguien como Snoop, que se pudre en dinero y que tiene una mansión gigante, al estilo de Bob Marley.
Entonces ¿qué pasa con Reincarnated, el primer disco de Snoop Lion? Es aquí donde tengo que admitir que los prejuicios en la música nos privan de muchas cosas buenas. Y aclaro: no creo en el discurso rasta de Snoop, pero canciones como “Smoke The Weed” no pueden ser apartadas del imaginario y del género; me encanta esa vieja máxima de “fúmala sin semilla”, porque absolutamente todos los que le entran –bien– al reggae lo hacen por amor a ponerse hasta las manos de Ganja, y Snoop Dogg ya lo hacía desde hace mucho, así que un paso como este y una canción de esta índole eran necesarios en un disco que de entrada es divertido, cadencioso y que está perfectamente cuidado sonoramente.
Por supuesto, Reincarnated no es un disco excelente, tiene varias cosas que a mi parecer sobran o que pueden ser demasiado plásticas; tal vez mi sensibilidad pop no está tan despierta estos días y algo como “No Guns Allowed” no termina de gustarme.
El género no funciona estrictamente en el disco, ya que muchas canciones incluyen una mano electrónica bien metida en las entrañas; un Major Lazer asomado, ritmos más barriales (“Get Away”) y otras tantas que ya pisan terrenos peligroso del pop (“Torn Apart”, “Tited Of Running”, “Remedy”).
En general, Reincarnated es un disco con piezas muy buenas que pueden funcionar con los más selectivos y otras que pueden hacer lo mismo a niveles pop; una grabación que tiene el gran beneficio de ser móvil y entretenida, pero que si se tiene una preconcepción del el rock steady, el reggae, el raga y géneros similares, no entrará con facilidad.
Un disco que a mi parecer pudo haber sido mejor. Por cierto, la colaboración de Miley Cyrus no es tan mala.
Escucha el disco completo aquí (a partir del 03’52”)