LUIS RESÉNDIZ
¿Valió la pena esperar más de dos décadas por otro álbum de la banda? Aquí algunas pistas para que tú lo decidas.
My Bloody Valentine
M B V
Han vuelto, 22 años después de Loveless, cumbre del ruido convertido en belleza. Durante este tiempo su influencia se hizo enorme; sus hijos y nietos proliferaron por el mundo, esparciendo su palabra –allí Black Rebel Motorcycle Club, algo así como el resultado de una noche de romance entre ellos y The Jesus and Mary Chain; allí The Pains of Being Pure at Heart, cuyo primer LP parecía salido de aquel Sunny Sundae SmileEP; allí Ringo Deathstarr, deudores totales del Loveless— y convirtiendo a muchos a la religión del shoegaze, el dream pop y el noise.
Tras varias horas de espera –la banda anunciaba que el disco ya estaba en su sitio, pero la página nomás no dejaba de aparecer caída— el disco se lanzó en digital a un precio de 16 dólares. Aquí un desglose del nuevo disco de My Bloody Valentine en nueve cómodos puntos que caben en la palma de un tuit:
- “She Found Now”: Bella baladanoisy como salida directamente del Loveless. Estamos en terrenos conocidos y es un placer volver a ellos.
- “Only Tomorrow”: Guitarras más filosas, voz agudísima; el bajo con mayor presencia –atención al minuto 3.25 y a la hermosa sección final.
- “Who Sees You”: El arranque es muy similar al deOnly Shallow; paciente, tal vez hasta el aletargamiento. La canción que menos interés reviste.
- “Is this and Yes”: Explora pequeños nuevos terrenos para My Bloody Valentine. No sé qué carajo canta Bilinda Butcher, pero suena hermoso.
- “If I Am”: Ruido en dosis mínimas, unos acordesà la jangle y una coda como de indietrónica se combinan para formar un bellísimo tema.
6.“New You”: Bajo preciso con delay infinito de fondo: un tema para escuchar antes de salir a correr sobre nubes de recuerdos indelebles.
- “In Another Way”: Las guitarras afiladas como navajas vuelven con la voz de Bilinda Butcher encima de todo. Al fondo, una batería desatada.
- “Nothing Is”: El tema más ruidoso: tres minutos y treinta y tres segundos de distorsión sobre una batería también desbocada. Una locura.
- “Wonder 2”: El ruido se alarga aquí en una espiral ascendente que termina, de pronto y sin previo aviso, con la canción y al disco.
M B V es un regreso al camino ya conocido; el cambio de dirección es mínimo; por momentos uno se pregunta si valieron la pena los 22 años de distancia entre un disco y otro. Su sonido es casi una revisión de lo ya experimentado en Isn’t Anything y Loveless.
A veces, este tipo de regresos inesperados sirven para demostrar que existen formas y estilos que, aunque repetidos hasta la náusea, sólo pueden ser ejecutados a la perfección por unos cuantos privilegiados.
El discreto de regreso de My Bloody Valentine es también el reclamo de las tierras que les pertenecían y que fueron ocupadas por unos cuantos durante su ausencia: nadie se atreverá a plantarles cara.
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[…] los discursos enconados de Fugazi y Hüsker Dü, practican las distorsiones ensordecedoras de My Bloody Valentine y Jesus and Mary Chain y derrochan la chulería española de Ilegales y Lagartija […]