ARTURO URIZA • Más psicodelia y más energía.
La escena de nueva psicodelia tiene un par de líneas tangenciales recurrentes en múltiples proyectos. Especialmente me siento atraído por aquellas bandas que usan esas tangentes para inyectar un poco más de energía de la acostumbrada en el rock psicodélico.
No basta el letargo y las letras abstractas; agregar baterías energéticas llenas de eco y filtros parece ser una buena herencia de todas las bandas alemanas que entran bajo la categoría kraut. El apache beat ha aparecido en infinidad de tracks en estos años desde que el mundo anglosajón descubrió el motorik de Neu! y lo mezcló con la colorida sinfonía del San Francisco de los sesenta. Es un escenario ideal.
Debo decir que además, esta ecuación borra los límites geográficos por momentos. Se vuelve complicado determinar la ubicación de una banda y se hace borrosa su influencia primaria. ¿Quién tuvo más mella en Hookworms? ¿Hawkwind o 13th Floor Elevators? ¿Qué les sirvió más de base: los hipnóticos órganos del rock y garage psicodélico o la potencia del space rock de Spacemen 3? La verdad es que todo eso podría pesar igual, y no necesitamos que nos lo aclaren.
Es interesante ver los puntos en común que The Hum tiene con materiales y artistas contemporáneos de escenas similares. Mi más claro ejemplo es Thee Oh Sees, que a pesar de ser de California, comparten fuertemente las bases sonoras de estos ingleses. Incluso vocalmente hay un trabajo equiparable. Por supuesto, se mantiene una identidad clara, sin embargo el unificar este tipo de escenas siempre es interesante, sobre todo cuando se manifiesta un revival de una forma tan fuerte como en estos años.
Aunque en general el álbum es bastante concreto, contiene las acostumbradas piezas de más de seis minutos de duración, donde hacen gala de sus dotes para el feedback, fuzz y demás sonidos oníricos. “Off Screen”, de más de siete minutos de duración, es una de mis favoritas, porque contiene un crecimiento maravilloso y está en el éxtasis del disco; atrayente y cálida.
“IV” es otra pieza genial, totalmente instrumental y llena de secuencias y paisajes espaciales. Tal vez Hookworms no esté descubriendo nada nuevo, pero definitivamente es una banda interesante con un disco muy completo, sobre todo para quienes disfruten de este sonido de exploración de la psique.
–