ALEX CASTRO
Por segundo año consecutivo se llevó a cabo en la Ciudad de México el Wild o Fest, que reúne a lo más destacado del garage, el surf y géneros afines.
Y vaya que lo hicieron bien. Con un cartel de lujo, una organización impecable y una vibra que pocas veces se siente en los festivales de la empresa que controla los conciertos en México, el evento realizado en la Carpa Astros cumplió cabalmente con las expectativas del público.
Luego de una apertura que muchos nos perdimos por parte de la banda mexicana Fenómeno Fuzz, tocó el turno a The Cavernarios, que empezó a calentar el ambiente entre los pocos asistentes que llegaron temprano.
Durante 30 minutos, Danny Lobo y sus muchachos hicieron gala de su sonido garage y rock and roll perfectamente aderezado con esa voz, precisamente cavernosa, del líder de la banda.
Antes de terminar su set, la banda invitó a tocar a Marco Hortiales, guitarra y voz de la banda Electric Shit, con quien compartieron un par de temas.
Aprovechamos una pausa para charlar brevemente con integrantes de algunas de las bandas extranjeras que esa noche se presentarían, como Man Or Astroman?, Phantom Surfers, The Neptunas y Satan’s Pilgrims.
Mientras tanto, en el escenario tocó el turno a otra banda mexicana que ya tiene una larga trayectoria en la escena underground local: Telekrimen.
En Telekrimen también tocan dos integrantes de The Cavernarios: Omar Bustamante y el propio Danny Lobo.
Luego de platicar tras bambalinas con The Neptunas, quienes se tomaron fotos con todo el que lo solicitó, tocó el turno a los Phantom Surfers, que son otros consentidos del público mexicano.
Más tarde llegó al turno a los perfectamente uniformados Satan’s Pilgrims, quienes a pesar de venir con disco nuevo bajo el brazo, nos dijeron que ya están preparando el siguiente material de estudio.
El penúltimo acto de la noche fue una sorpresa, al menos para quienes nunca los habíamos visto en directo. Y es que el poder y la energía que Man Or Astroman? despliegan en vivo no tiene nada que ver con lo que se escucha en sus grabaciones.
Tanto los miembros originales de la banda como los que se han incorporado más recientemente demostraron por qué son una de las agrupaciones más reputadas del género.
También sorprendió la energía de la guitarrista/bajista Avona Nova, quien no se detuvo ni un momento en su afán de aceitar esta poderosa máquina de rock instrumental.
Y ya con el escenario a todo calor, subieron a la tarima los protagonistas de la noche: The Sonics.
Con Rob Lind y Evan Foster al frente, la banda comenzó a intercalar algunos de sus éxitos con algunas grabaciones más recientes o menos conocidas, poniendo a bailar y brincar a toda la concurrencia.
Mientras Dusty Watson reía y aporreaba los tambores, y Freddie Dennis marcaba la pauta desde el bajo, el integrante más joven de la banda, Jake Cavaliere hacía lo propio en los teclados.
Mientras The Sonics tocaban, el artista gráfico Jorge Alderete dibujaba en vivo todo lo que se veía en la pantalla.
Así concluyó una noche en la que todo como tenía que salir… Larga vida a los festivales que siguen apostando por hacerlo bien, por hacerlo de otro modo.