ALEX CASTRO*
Los sismos ocurridos en varias ciudades mexicanas los días 7 y 19 de septiembre de 2017 cimbraron no solo a esta sociedad, sino también a la comunidad internacional, que no dudó en apoyar de inmediato a los miles de afectados en el país.
Una vez más, igual que en la tragedia de 1985, los mexicanos corrieron a ayudar de diversas formas, recordándonos que nuestra gente está siempre un paso adelante de sus políticos, quienes brillaron por su ausencia, y de sus autoridades, que en varios casos solo se involucraron para entorpecer los procesos.
Gobiernos de varias naciones, celebridades y ciudadanos de a pie reunieron toneladas de ayuda en especie y millones de dólares para mermar el dolor y acelerar la reconstrucción. Magnates, empresarios e instituciones bancarias también se sumaron a la causa.
Y el medio del espectáculo no fue la excepción: músicos, cineastas y artistas de todas las índoles y disciplinas se volcaron para ayudar en todos los rincones afectados.
En contraste, OCESA, que es la principal productora de conciertos del país, tuvo una tímida participación durante los primeros días de la catástrofe. Solo se instaló un centro de acopio en las instalaciones del Hipódromo de las Américas, cuya existencia se difundió poco.
Tuvieron que pasar nueve días desde la fecha del segundo temblor, para que la empresa informara cómo se sumaría a la causa.
Finalmente, el 28 de septiembre se anunció la realización de un concierto masivo en el Zócalo de la Ciudad de México, en el que se presentarían varios de los artistas más taquilleros del momento: Bronco, Café Tacvba, Carla Morrison, Carlos Rivera, Chayanne, Emmanuel, Mijares, Molotov, Bunbury, Ha-Ash, Jarabe de Palo, Julieta Venegas, Los Ángeles Azules, Miguel Bosé, Mon LaFerte, Pepe Aguilar, Residente, Sin Bandera, Timbiriche y Ximena Sariñana.
Sin embargo, de inmediato llamó la atención que el festival, denominado “Estamos Unidos Mexicanos”, no tenía la finalidad de recaudar víveres, ni de reunir ninguna cantidad de recursos para apoyar la reconstrucción. De hecho, no tenía ningún fin altruista; su único propósito era, dicho por sus propios promotores: “Inspirar a México a seguir apoyando”.
El concierto, cuya producción corre en su totalidad por cuenta de OCESA, tendrá el mismo formato de los festivales promocionales de las estaciones de radio, en los que cada artista canta tres o cuatro canciones. Además, el recital se transmitirá en México en cadena nacional y en Estados Unidos a través de la cadena Univisión.
Ni los esfuerzos, ni las iniciativas, ni los testimonios que se contaron por miles y que durante días inundaron los medios de comunicación, fueron suficientes para sensibilizar a la empresa perteneciente a CIE (Corporación Interamericana de Entretenimiento), que es considerada por Forbes como “la tercera empresa de entretenimiento en vivo más grande del mundo”.
OCESA solo hizo un breve paro de labores, pero no se contagió del ánimo generalizado que hubo en el país por ayudar. En sus redes sociales apenas compartieron tres tipos de publicaciones relativas al tema: una con la cuenta de Banamex para hacer donaciones; varias sobre las cancelaciones o reprogramaciones de sus propios eventos y otro tanto referentes al concierto Estamos Unidos Mexicanos.
Pero nada de destinar un porcentaje de sus millonarias ganancias a la causa, ni de echar mano de su poder de convocatoria para captar esos víveres y recursos de una manera más contundente.
DIFUSIÓN A TRAVÉS DE TERCEROS
A pesar de que tanto la iniciativa como todo el concepto de “Estamos Unidos Mexicanos” salieron de OCESA, el anuncio del mismo, así como todas sus comunicaciones oficiales, no se hicieron a través de esta empresa, sino por medio de las redes sociales de un ente llamado “Estamos Unidos Mexicanos”, que solo cuenta con tres redes sociales (Facebook, Twitter e Instagram), de alcance mucho menor, y en las que nadie responde a las solicitudes de información.
Sin embargo, una fuente de OCESA que pidió no revelar su identidad, confirmó a este medio que Estamos Unidos Mexicanos solo es el nombre del evento y que no se trata de una empresa, organización o asociación de ningún tipo, y que tampoco están involucrados los gobiernos local y federal.
LAS CANCELACIONES
A dos días de que se anunció el evento, dos de las principales bandas de rock confirmadas en el cartel, cancelaron su participación argumentando distintas razones. Café Tacvba publicó en comunicado que decía: “Contrario a anuncios recientes, por complicaciones de logística de gira, no participaremos en el evento planeado para el Zócalo este 8 de octubre”. En el mismo documento, la banda, que es conocida por involucrarse constantemente en diversas causas altruistas, agregó que seguirían ayudando de otras formas a los afectados.
El mismo día Molotov también informó, por medio de otro comunicado, que no participarían el concierto “a pesar de una anticipada confirmación de nuestra parte”, argumentando que “el cartel es lo suficientemente grande para cumplir su objetivo” y que se sumarían a un futuro esfuerzo con diferentes características, aunque sin precisar nombre ni fecha.
Aunque en los días subsecuentes al sismo, los intérpretes de “Gimme the power” y “Frijolero” dejaron ver su apoyo de muchas formas, también viene a la memoria que en junio de 2012 la banda se negó a sumarse a un concierto organizado por el movimiento #YoSoy132, también en el Zócalo, argumentando que no podían tocar si no se cubrían los costos de producción de su show, que en ese entonces ascendían a 4 millones de pesos.
“LEVANTAR EL ÁNIMO Y MOTIVAR A SEGUIR AYUDANDO… YA SÉ, SUENA TERRIBLE”
Al preguntarle a nuestra fuente cuál era el beneficio de este concierto, si no se planeaba recaudar directamente algo para quienes perdieron a sus seres queridos o su patrimonio, respondió: “Levantar el ánimo y motivar a seguir ayudando… Ya sé, suena terrible (ríe). Lo sabemos. Es inverosímil que sea todo lo que esté haciendo la empresa (OCESA)”.
– “Nos da mucho coraje (porque) propusimos abrir recintos como albergues y centros de acopio, pero pues no quiso aquél”, agregó.
– ¿Te refieres al director de CIE?
– “A él y a su séquito, porque en la comida platicamos de lo mal que estaba esto, pero al final el ‘sí’ o el ‘no’ los da él”.
LA RAÍZ DEL CONCIERTO: LA CANCELACIÓN DEL SHOW DE RICKY MARTIN
Otra fuente cercana a la agencia de booking y manejo de artistas Westwood, dijo a LAPOPLIFE que en realidad la raíz de este concierto fue la cancelación del show de Ricky Martin en el propio Zócalo, mismo que se celebraría el 20 de septiembre. De acuerdo con esta versión, en este tipo de negociaciones los organizadores pierden menos si en lugar de cancelar llegan a un acuerdo. Según la fuente, el concierto de Ricky Martin era producido por Westwood y OCESA-Seitrack (subsidiaria de CIE); de ahí que todos los artistas de Estamos Unidos Mexicanos pertenezcan a alguna de estas dos compañías.
SEGUIDORES DE MOLOTOV Y BUNBURY, LOS MÁS CRÍTICOS
Desde que se anunció el concierto, la mayoría de los usuarios de redes sociales lo festejaron y mostraron entusiasmo por la convocatoria. Solo se leyeron algunas cuantas voces que criticaban que no se estuviera ayudando de una forma más tangible con esta iniciativa.
En los medios de comunicación sucedió lo mismo. Salvo algunos medios pequeños como Laizquierdadiario o algunos espacios acotados en diarios como El Universal, la mayoría de los medios mostraron una actitud acrítica, y en algunos casos hasta de júbilo que rayaba en la complicidad. Hoy sabemos que medios y cadenas como Exa, Grupo Acir, Radio Centro, Ke Buena, Los 40, MTV, VH1, HBO, Imagen Radio, Prisa y W Radio se sumaron a la causa como “media partners”.
Ante las pocas voces críticas, tanto de la sociedad como de los medios de comunicación, compartimos el cartel del concierto en las redes sociales de LAPOPLIFE, para pedir a nuestros lectores su opinión sobre esta iniciativa, para así tener una idea más clara de cómo lo estaba recibiendo la gente.
Aunque la respuesta fue baja, recibimos comentarios que no están en contra de la idea de animar a la gente, pero al mismo tiempo lo ven como “una necesidad de volver a juntar a la manada desde el poder”:
LA POSTURA DEL PÚBLICO, RELACIONADA CON CADA TIPO DE ARTISTA
También escarbamos entre las reacciones de los seguidores de los artistas involucrados en el cartel, encontrando que en general, la postura del público está estrechamente relacionada con cada tipo de artista.
Por ejemplo, los seguidores de Bronco aplauden la realización del concierto, por lo que la mayoría de los comentarios sobre el tema son positivos, al igual que en el caso de los fans de Emmanuel y Mijares.
En contraste, una parte de los seguidores de Molotov y Bunbury sí expresan su inconformidad con este tipo de concierto en las redes sociales de los artistas.
¿CÓMO SE INVOLUCRARON LOS ARTISTAS DEL CONCIERTO EN LA TRAGEDIA?
El área de prensa de OCESA confirmó a este medio que ninguno de los artistas del cartel cobrará honorarios por presentarse en este concierto.
Cada uno de los artistas se involucró de manera diferente en las tareas de ayuda después de la tragedia y en la difusión de la información para obtener ayuda.
El grupo Bronco dedicó mensajes de aliento, hizo un centro de acopio y publicó una foto con sugerencias para hacer donativos:
Carla Morrison publicó una extensa carta en la que detalló en qué consistió su donativo y aseguró que limitaría sus publicaciones virtuales por respeto a las víctimas, aunque su equipo no siguió al pie de la letra las indicaciones.
Carlos Rivera fue de los más activos al publicar un post sin palabras con un vídeo de los Topos, pedir ayuda para los Topos, pedir aclaración sobre el tema, publicar varios días seguidos sobre ayuda psicológica gratuita, solicitar ayuda para el Colegio Rébsamen, publicar varias veces sobre dónde podrían descansar personas de la delegación Cuauhtémoc, pedir más donativos para la Cruz Roja y los Topos, solicitar ayuda para encontrar a una fan, que finalmente fue localizada y difundir mensajes del DIF.
Aunque la comunicación en el Facebook de Emmanuel es muy impersonal, el cantante publicó un comunicado para unirse a las familias que perdieron a alguien, pidió apoyo para centros de acopio, dio palabras de aliento, cantó, junto con Mijares “México lindo y querido” y reposteó un anuncio del retraso del lanzamiento de su MTV Unplugged, “para centrar la atención en lo acontecido en México”.
Mijares donó las entradas de su concierto en Guadalajara, compartió un mensaje de aliento, pidió ayuda desde un centro de acopio en Santa Fé y publicó buenos deseos… Aunque a 10 días de la tragedia, su community manager ya se alegraba por los millones de reproducciones en su canal de YouTube.
Bunbury también fue de los más involucrados al publicar noticias sobre el terremoto, compartir una canción titulada “DF”, en la que colabora en el más reciente disco de Depedro, publicar el servicio de localización de personas de Google el día del sismo, compartir información de los centros de acopio, dar mensajes de aliento e invitar a donar a los Topos y la Cruz Roja.
Sin embargo, también publicó una lista de fundaciones o lugares a los cuales donar (por lo que recibió comentarios críticos), así como la noticia del concierto (también recibiendo críticas) y compartiendo el cartel del concierto (recibiendo más comentarios que rayaban en lo agresivo).
Ha*ash estuvieron muy activas invitando a donar a los Topos, posteando fotos de voluntarios, pidiendo ayuda para el centro de acopio de Six Flags, solicitando ayuda para encontrar a una persona, posteando los lugares donde se encuentran los centros de acopio oficiales, publicando la imagen oficial de lugares para donar, animando a ayudar a reconstruir casas y desde el centro de acopio del Auditorio Nacional.
Julieta Venegas invitó a donar para la reconstrucción de México, publicó la lista oficial de lugares donde donar y compartió un video de Diego Luna, aunque en Twitter se enfocó más en la Feria del Libro de Buenos Aires.
Miguel Bosé fue uno de los más activos, al principio desde Madrid y luego desde Estados Unidos: celebró que Google donara medio millón de dólares a la campaña #LoveArmyMexico, compartió la imagen oficial de fundaciones y ONGs a las cuales donar, invitó a sus seguidores a mandar mensajes a sus familias a través de sus redes sociales, solicitó donativos y posteó sobre otras formas de ayudar.
Pepe Aguilar compartió un mensaje de tristeza y aliento, publicó información sobre dónde donar, ofreció un concierto solidario en la Arena de la CDMX, en reiteradas ocasiones pidió donativos y donó el 100% de la taquilla del concierto del 29 de septiembre.
Ximena Sariñana pidió ayuda para #LoveArmyMexico y compartió una imagen de la SHCP sobre centros de acopio, mientras que en twitter se limitó a retuitear a personalidades como Ben Stiller y compartir información sobre necesidades en centros de acopio.
El grupo Timbiriche solo publicó un mensaje de aliento y publicó dos veces un post sobre cómo ayudar.
A escasos días del concierto, el jueves 5 de octubre, Coldplay anunció su participación en Estamos Unidos Mexicanos, la cual consistirá en un enlace vía streaming desde el Estadio SDCCU de San Diego, California, donde además estrenarán una canción cuyas regalías serán destinadas “a los trabajos de ayuda en México y alrededor del mundo”, según el comunicado oficial, y “los beneficios generados en el concierto de la banda en San Diego serán destinados a actividades de socorro a las víctimas de los desastres naturales”.
LOS ARTISTAS MOSTRARON EMPATÍA Y SOLIDARIDAD
La mayoría de los artistas que cantarán en Estamos Unidos Mexicanos sí se involucraron en mayor o menor medida con la causa y se solidarizaron con los afectados, por lo que puede asumirse que en general están sensibilizados sobre el problema.
No así el emporio que detenta el control de la mayoría de los recintos y los espectáculos masivos en la capital mexicana, el cual se limitó a pequeñas acciones, no equivalentes a las proporciones de su negocio multimillonario, como las de compartir algo de información en sus redes sociales y hacer algunas donaciones, como la de dos mil refugios temporales, en conjunto con la agrupación U2.
Estamos Unidos Mexicanos, al no tener otros fines, queda pues como una iniciativa frívola, insensible y oportunista que solo pretende promocionar sus propios productos con el pretexto de animar a la gente.
De nada han servido tantos años y tantas ediciones de festivales e iniciativas altruistas; desde los internacionales como Band Aid, Live Aid o The Concert for Bangladesh, hasta los locales, que pueden ir desde la parodia involuntaria de “Cantaré cantarás”, hasta los legendarios conciertos de Ciudad Universitaria en los que los asistentes llevaban un kilo de ayuda para las comunidades indígenas.
Ejemplos y recursos sobran, pero no hubo la determinación de marcar la diferencia y sobre todo, de estar a la altura de las circunstancias. Y si la hubo, no se comunicó correctamente.
* Con información de María Merioma.