ESTEBAN CISNEROS
“Es posible combinar melodía y mensaje sin sacrificar alguno”.
Me encontré con Paper Rifles mientras hacía surf en la red de redes. Un clic, dos, diez, y de pronto estaba en una pantalla de Bandcamp. De las bocinas salía una música cojonuda tocada con una fuerza casi marcial y cantada con una convicción que solo merece el adjetivo militante. Con melodías. Y luego, el asombro. Di una, dos, diez vueltas a “Made To Break/Four Hours”, el primer sencillo; luego una, dos, diez vueltas a Politics, el EP que fue grabado apenas en diciembre de 2014. Me encantó lo que escuchaba.
En tiempos en que enfrentar a un público empuñando una guitarra acústica y sin otra arma que la voz está subvaluado (en parte por los folkies blandengues y los trovadores complacientes, en parte por la indiferencia general hacia la música con entrañas), Paper Rifles reivindica el poder de la canción: sin necesidad de gran producción ni de arreglos complejos, aquí hay letras que hablan fuerte y claro y melodías que se quedan oscilando en el neocórtex por largo tiempo. Un hurra por ello.
Platiqué vía correo electrónico con Jon, quien es la voz, manos, cerebro y alma detrás de Paper Rifles. Me topé con un sujeto afable, vehemente, idiosincrásico. Aquí lo que dijo:
Paper Rifles. Gran nombre. ¿De dónde salió?
¡Gracias! Escoger el nombre para una banda siempre es, para ser honesto, como caminar sobre un campo minado. ¡Es un nombre y hay que portarlo, no solo tenerlo! No quiero ser de esos tipos que usan su nombre y tocan una guitarra acústica. Mientras que hay quien lo ha hecho muy bien (¡Frank Turner, ahí te hablan!), nunca me pareció atractivo. También me gusta el anonimato que puede darme y siempre deja la puerta abierta para tocar con un grupo en algún momento, aunque no es algo en lo que esté pensando ahora. Además me gusta el contraste entre las palabras y cómo se ven escritas. Parece que no, pero eso es siempre importante.
Eres profe (como yo, debo decirlo). ¿Qué enseñas y dónde?
¡Lo soy, por todos mis pecados! Soy profesor de Historia en nivel escuela secundaria, pero es lo único que diré. Me gusta mantener mi trabajo y mi música separados, intento no traslaparlos aunque inevitablemente los chicos descubren sobre ti. Ambas cosas implican cierto elemento de performance, de actuación, pero que no se mezclen. Me considero con suerte porque disfruto genuinamente mi trabajo, pero es importante mantener ciertas distancias, tener campo para respirar.
¿Hace cuánto que tocas y cantas?
He tocado en grupos de una clase y otra desde que tenía 16. Compré un bajo cuando estudiaba para mis standard grades y comencé a tocar con dos de mis compañeros de la escuela; fue mi primera banda. Cambié de bajo a guitarra acercándome a los veinte y empecé a cantar también. Desde entonces he tenido suerte, porque he tocado con muchísima gente genial y he hecho cosas que, siendo realista, nunca creí poder hacer. Nunca olvidaré la vez que tocamos en Barrowlands, en Glasgow. Aunque Curators, mi grupo pasado, está ahora en medio de una pausa de tiempo indefinido, pudimos hacer un montón de cosas grandes. Es bonito cuando puedes decir que tu banda fue tocada en Radio 1; Gary (la otra guitarra y segunda voz) y yo estamos ferozmente orgullosos de Curators en todas sus manifestaciones. Tuvimos miembros cambiantes conforme pasaron los años, pero aún escucho las grabaciones con regularidad, y eso no me pasa con ninguna otra banda en la que he estado.
Cuéntanos más de Curators. ¿Cómo empezaron? ¿Por qué terminaron? Realmente me encanta Is This A Private Fight…
Gary y yo comenzamos Curators hace unos cinco o seis años, pero no nos lo tomamos en serio sino hasta 2010. Tuvimos varios bateristas y bajistas, pero hubo dos formaciones concretas para los discos: primero Mark y Pete, luego Mark y Bob (en la batería y el bajo, respectivamente). Y en cuanto a Is This A Private Flight, nos abrió los ojos. Grabamos con Stephen Watkins (ahora del TAPE Studio en Edimburgo) antes de que tuviese su lugar propio. Hicimos todas las pistas base en una noche y luego pasamos mucho tiempo grabando por las noches en el apartamento de Stephen, porque era la única hora a la que se podía. Por el trabajo y eso, tú sabes. Todavía me asombro de que ese disco grabado en una habitación pequeña suene tan grande como lo hace y que nos haya llevado tan lejos.
Ya habíamos comenzado a dejar señales de humo en ese punto de la historia, pero –típico–, nos las arreglamos para descarrilarnos. Pete, el bajista del primer disco, aplicó para unirse a la marina y aceleraron el trámite de su ingreso, así que de repente teníamos un disco pero no una banda para promoverlo en vivo. Por fortuna reclutamos a Bob (que ahora es guitarrista en Danny, Champion of Nothing que se sabía las canciones al derecho y al revés y podía imitar esos coros tan optimistas del disco; así, seguimos en las andadas.
Con esa alineación escribimos y grabamos nuestro segundo disco, The Cold In The Walls, y también nuestro single de despedida, “Cemetery Sea”. Una combinación de matrimonios, bebés y eso que llamas vida nos llevaron a esta pausa indefinida, pero no me parece imposible que volvamos en el futuro.
Una de las canciones de tu EP es “Cemetery Sea”, justamente. ¿Por qué decidiste regrabarla como Paper Rifles?
Muchas de las canciones de Curators fueron escritas en acústico y luego arregladas por la banda, así que tenía sentido para mí tocarla en su forma original, al desnudo. Hay un par de canciones de Curators que toco en vivo y hay muchas más que podría tomar. Decidí regrabar “Cemetery Sea” porque creo que es una especie de puente entre el final de Curators y el inicio de Paper Rifles. También me gusta el hecho de que tiene algo del estilo de Billy Bragg en los versos. Y si vas a hacer un cover de alguien, ¡que sea de ti mismo!
¿Cómo empezó Paper Rifles?
En realidad no es que “empezó”, es que “está empezando”. Ya traía en la cabeza la idea de un proyecto solista, pero necesitaba el ímpetu para llevarlo a cabo. Mi intención original era hacer un álbum, pero el estudio se vino abajo; decidí entonces que grabaría “a ráfagas”, tratando de ser más espontáneo. Contacté con Andrea de los estudios 21 Seven e hicimos clic de inmediato. Grabé el single “Made To Break” en octubre de 2014 casi como un experimento, pero nos fue tan bien que regresé en diciembre a grabar el EP Politics. La respuesta a las grabaciones ha sido mucho mejor y más grande de lo que había esperado y me ha dado mucha confianza en cuanto a esto de ser un “artista solo”, lo que sea que eso signifique. Mi siguiente proyecto es salir y tocar en vivo mucho durante 2015.
Politics. Casi es una palabra ofensiva. ¿Puede la música pop aún llevar mensajes importantes a los escuchas? ¿Lo ha hecho alguna vez?
Sí. Sí y tiene que hacerlo. No es necesario hacer folk martilleante y traer en la mano una copia de Das Kapital, pero creo que es posible combinar melodía y mensaje sin sacrificar uno por otro. No sé qué tan familiarizados estén allá con la situación de la Gran Bretaña y Escocia, pero sentí que las cuestiones políticas tenían que ser abordadas de distinta manera, una no tan obvia. Ignorar la situación sería un lío, sería cobarde.
¿Cuál es tu inclinación política?
Interesante pregunta. Por mi trabajo tengo que ser cuidadoso en mi respuesta. Basta decir que mi ideal político descansa a la izquierda del centro en su mayor parte. La política británica es, a nivel nacional, un chiste absoluto; el establishment de Westminster es más homogéneo, más corrupto y menos representativo que nunca. Un caos. Al menos en Escocia tenemos un surgimiento popular de optimismo de izquierdas con grupos como el National Collective. Contrasta eso con esa cosa llamada UKIP (United Kingdom Independence Party) en Inglaterra y su supuesto ascenso…
¿Cómo es Edimburgo hoy? ¿Cómo es Escocia?
Yo soy de Dundee. Me mudé a Edimburgo a finales de los noventa y de ahí no me he movido. Edimburgo es una ciudad hermosa, de alguna forma es una anomalía en Escocia. Pero me enorgullece llamarla mi casa. ¿Y Escocia? Comprometida, ocupada. El referéndum, me parece, ha despertado un interés popular genuino por la política, pero de una manera en la que se quiere cambiar y mejorar.
¿Estás a favor de la independencia escocesa?
Sí, aunque no siempre lo estuve. Todo lo que pasó antes del referéndum me giró de un no por default a un sí cauteloso. Pero todo lo que sucedió después ha hecho mi decisión del sí aún más fuerte. No soy un nacionalista. Creo en una democracia que rinda cuentas, representativa, y Westminster sencillamente no la proporciona. El referéndum fue una oportunidad de hacer una apuesta gigantesca, pero también de pensar realmente acerca de cómo tendría que ser una democracia moderna. Casi nadie vota en las elecciones generales, pero casi todos lo hicieron en el referéndum y hay una razón: sabían que su voto contaba. Los líos del “juramento” y todo eso que ha sido arrastrado en la etapa post-referéndum sólo muestra lo débil que es nuestro sistema político. Podría seguir hablando de esto durante días, pero más o menos captas la idea…
Por cierto, ¿cómo ven a México desde Escocia? ¿Ven a México desde Escocia?
Interesante pregunta, otra vez. Solo puedo hablar por mí, pero ciertamente no los vemos a través de los ojos huevones de Top Gear y esas cosas. Supongo que les vemos como los vecinos pisoteados de los Estados Unidos, muy satanizados en la prensa (¡hola, Fox News!) Me alegra que hayas preguntado eso, ¿sabes? Creo que México ha sido visto en Escocia siempre desde el prisma de Hollywood: saltos en la frontera, tequila, viajes ilícitos para adolescentes. ¿Y el resto? ¿Es un espacio vacío en un mapa? ¡Hombre, tenemos que conocerles mejor! Quisiera saber más acerca de música, de punk en México. Quisiera saber más acerca de arte y política y conocer la opinión mexicana acerca de los Estados Unidos. ¡No hay excusa para la ignorancia cultural en la era de la internet!
Ya hablaremos de eso en otra ocasión. Por lo pronto regresemos a la música. ¿Cómo fue tu proceso de grabación para el sencillo y el EP?
Muy, muy fácil y divertido. Andrea, de 21 Seven, es un tipazo y me sentí como en casa en su estudio con solo pisarlo. Era la primera vez que hacía un disco en acústico, así que fue mucho más rápido que con una banda en pleno. El single “Made To Break” fue grabado todo en una tarde; y ahora que lo pienso, también el EP Politics. Tenía la idea de no complicarme las cosas. Tengo una guitarra y una voz, así que había que enfocarse en eso.
Folk, punk acústico… dejemos las etiquetas de lado, porque no sirven cuando la música suena bien y tiene alma. Pero, ¿cómo trabaja una banda de un solo hombre? ¿Cómo es tu trabajo en vivo?
¡Te lo diré! Creo que es perfectamente posible pararse y dejar todo en un escenario con una guitarra acústica sin ser estático o aburrido. Como aún soy muy nuevo en esto de tocar solo, aún estoy buscando tierra, pero no puedo quedarme quieto en escena, costumbre del grupo. Así que ahí voy con Paper Rifles.
¿Hay planes para lanzar las canciones en CD o vinilo?
¡Me encantaría sacarlas en vinilo! James Johnson y yo hemos estado hablando acerca de un disco compartido, un lado él y otro yo; lo hablamos ya con nuestros amigos de Anti-Manifesto, así que esperemos que funcione. Creo que también tengo que lanzar, pronto, las canciones de Paper Rifles en CD. ¡Escucho ofertas!
¿Cuáles son las ventajas (y desventajas) de usar Bandcamp y Soundcloud?
Soundcloud está bien, pero soy un hombre de Bandcamp. Es una gran plataforma. Después de una o dos horas de que lancé Made To Break, ya había cien escuchas. Es sorprendente. Me di cuenta también de que subir mi trabajo y que el consumidor proponga el precio que quiere pagar por él es genial. Para alguien como yo, en el nivel en que estoy, Bandcamp está casi libre de desventajas. Soy un gran fan, aunque también soy un viejito que ama tener discos en físico y escucharlos.
Como yo. Y, ¿qué sigue para Paper Rifles?
Ya veré. Todo esto es nuevo para mí, así que tomo todo tal como viene. Mientras me divierta, habrá Paper Rifles. Haré toda la música y daré todos los conciertos que mi vida de profe treintón y casado me permita. ¡Rock and roll! ¿Eh?
¿Qué música escuchas estos días?
Siendo honesto, paso mucho tiempo con mi colección de discos de los noventa y de principios de los dos mil. Dicho esto, tienes que escuchar los discos que sacan Anti-Manifesto y Make That A Take. Sería indolente y facilón de mi parte decir que toda la buena música se hizo cuando yo era un adolescente, pero no tendría sentido. Hay muchísimas cosas geniales allá afuera, pero tienes que salir y encontrarlas.
Mencionas Full Metal Jacket como inspiración para tu canción “Four Hours”. ¿Qué otras películas son importantes para ti?
Soy un fan inmenso de Apocalypse Now. El Exorcista es otra de mis favoritas. También me encanta Withnail And I. La banda con la que tocaba en la escuela usaba el soliloquio de Withnail… al final, como intro de una de las canciones.
Ahora una pregunta espantosa, terrible. ¿Puedes nombrar diez discos sin los que la vida sería fea?
Manic Street Preachers, The Holy Bible. Idlewild, 100 Broken Windows. Nirvana, In Utero. Radiohead, The Bends. The Gaslight Anthem, The ’59 Sound. Hot Water Music, Caution. Erm… ¡esto es muy difícil! Probablemente te daría una respuesta distinta cada día, así que dejémoslo. La única constante en la respuesta es The Holy Bible, que es el mejor disco jamás hecho.
¿Y el futbol?
Soy, claro, seguidor del mundialmente famoso Dundee United FC.
Gracias, Jon. ¿Algo más?
¡Estoy hecho polvo! Agradezco este tiempo, ha sido un placer. ¡Que viva México!
C/S.
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