ALEX CASTRO
Suena desproporcionado, pero es la cifra que el grupo Molotov argumentó que se necesitaba, sólo por gastos de producción, para su fallida presentación del sábado pasado en el Zócalo capitalino.
Vayamos por partes. Desde su nacimiento, el grupo MusicosYoSoy132, formado a instancias del movimiento #YoSoy132, contempló entre sus actividades la realización de conciertos con varios artistas. Empezaron a manejarse varios nombres para un primer recital en el Zócalo capitalino, algunos de los cuales se sumaron a la causa de inmediato.
El colectivo se acercó también a Molotov, quienes aparentemente se mostraron dispuestos a participar. Con el documental Gimme The Power en la cartelera cinematográfica, el nuevo movimiento estudiantil y las elecciones presidenciales en puerta, era el momento ideal para un evento de esa magnitud. Todo indica que las negociaciones iban bien, porque a mediados de la semana pasada incluso hubo algunos medios que publicaron la noticia, aunque Molotov se apresuró a informar que no había nada confirmado.
Finalmente el mismo sábado por la mañana, el grupo publicó en su sitio oficial un comunicado en el que explicaban por qué no podrían presentarse en el Zócalo: Parecía increíble que sólo por gastos de producción no pudiera realizarse el concierto, por lo que le pregunté a Tito Fuentes cuál era la cantidad requerida y éste me dijo: “4 millones de pesos, …”
Los fans del grupo comenzaron a mostrar su frustración vía Twitter, incluso con críticas desmedidas en las que los acusaban de “vendidos” y “priistas”.
Platiqué con otras personas que se dedican a la realización de conciertos y todas me dijeron que 4 millones era demasiado. Algunas fuentes mencionaron que el manager de la banda pedía tres, que también parece demasiado tratándose de un evento gratuito. Hay quienes opinan que se solicitó esa suma con la esperanza de que la cubriera el Gobierno del DF. ¿Quién fue entonces el que no puso de su parte? ¿El GDF, Molotov o el management de la banda?
Finalmente hubo artistas como Julieta Venegas, Real de Catorce y Descartes a Kant, que sí acudieron al llamado sin exigir un peso ni siquiera por gastos de producción. ¿Cuál es el alboroto entonces, si estamos de acuerdo en que el protagonista no debía ser ningún grupo, sino el mensaje de #YoSoy132? Solamente la penetración, el alcance que el recital hubiera tenido. Porque, nos guste o no, el nombre de unos rockstars como Molotov le hubiera dado más convocatoria y alcance a la manifestación. Y ustedes decidan si eso es mucho o poco en estos días. Quizá les parezca mucho alboroto, pero creo que suena feo que se necesiten 4 millones para tomar unas guitarras y salir a gritarle “Puto” o “Chinga tu madre” al sistema.
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