MARÍA MERIOMA
Aquí se encuentran la mayoría de situaciones o preguntas previas a viajar a un festival, cosas que le pasan a todo el mundo, especialmente a quienes no se dedican a la música.
Lo que puedo contar/recomendar lo aprendí en Sziget Festival, primero como público sin abono (entradas por días), luego como periodista y hoy involucrada de lleno con el equipo de Sziget en Español, del que me desprendo durante los días del evento para informar lo más objetivamente posible a los lectores de este medio que desde hace cuatro años es el oficial en México.
Cualquiera que sienta pasión por la música, los festivales y los viajes se ha preguntado: “¿Cómo voy a ese festival en otro país –o en la otra punta del mundo–?” Viajar para vivir la música, se trabaje en esto o no, no admite tibiezas.
Si no es por trabajo, hay muchas razones para ir a un festival lejos, tantas como percepciones y gustos pueden existir a partir de la conexión universal que significa la música. Un grupo o artista no visita tanto como quisieras tu ciudad o no está tan alcance como te gustaría… O sí, pero los fans quieren aprovechar cada uno de sus conciertos.
También hay festivales internacionalmente memorables que vale la pena experimentar “una vez en la vida”; algunos son destinos aspiracionales de renombre mediático y otros una promesa exclusiva para la que hay que entrar en una lista para solicitar entradas con meses de antelación. Todo es válido.
PRIMER CONTACTO
Viviendo en Madrid, en 2007 supe de la existencia de un festival en Budapest llamado Sziget, y lo dejé pasar para plantearme seriamente ir en 2008, no podía suspender mi nuevo trabajo por una semana a pesar de las enormes cabezas de cartel que tuvo ese año. Así pasaron 2009 y 2010 y para 2011 y 2012 siempre hubo algo que se interpuso entre ese festival y yo. En 2013 Mystery Jets estaban en el cartel, no quería perdérmelos y descubrí cómo librarme de todo impedimento para asistir a Sziget y a cualquier festival lejos de mi ubicación.
¡QUÉ LEJOS ES Y LO QUE CUESTA LLEGAR!
El tiempo de vacaciones para quienes tienen una ubicación estable es determinante y la antelación para decidirse es lo primero económicamente. Ambas tienen como común denominador: tiempo y flexibilidad. Reservar con tiempo un vuelo y ser flexible con las fechas de viaje ayuda mucho. Buscadores tipo Kayak permiten explorar las fechas (3 días antes y 3 días después) según preferencias y elegir viajar en las que el precio es menor. Este método es el mejor para encajar posibles días de viaje con el presupuesto disponible.
Independientemente del buscador preferido, la reserva con tiempo de antelación hace que disminuya el costo y lo mismo pasa con la flexibilidad de fechas y horas. Un día más o un día menos en el destino seleccionado te da un día previo de turismo o un día menos del principio o del final de un festival que puede no importarte en absoluto y económicamente significa un ahorro del 30%.
En cuanto a las fechas también hay que tener en cuenta que, por ejemplo, comercialmente de los siete días de Sziget, el menos interesante de podría ser el primero porque no todos los escenarios están abiertos y llegar a Budapest durante la semana del festival es más caro; vivir en la isla donde se realiza el festival antes de que comience todo y está acabando el montaje es una experiencia fantástica y se puede hacer. En otros festivales no es posible, pero bien pueden valer la pena unos días de turismo por la ciudad. Si la intención es ahorrar es necesario descartar las fechas exactas en las que viajará todo el mundo al festival. En el caso de Sziget, el festival comienza un miércoles así que aunque el martes sea el día más barato para viajar por lo general, no es una buena idea pensar que el martes previo al festival será el de mejor precio si vas a Budapest.
PARA EMPEZAR…
Si tienes un destino en mente aprovecha los descuentos, todos los festivales tienen un periodo de descuento en virtud de las entradas vendidas o de fechas específicas, así que esperar al último momento sólo incrementa el precio, en cuanto lo decidas adquiérelo no esperes hasta la taquilla del festival, te arriesgas a un sold out y aseguras un pago mayor de último minuto. Adquiriéndolo con antelación, si al final no puedes ir, puedes contactar personas en las redes del festival que te lo compren.
¿CON QUIÉN VOY?
Aunque logremos superar las barreras de tiempo y dinero, no todo el mundo puede hacerlo con nosotros. A Sziget 2013 fui acompañada de mi flexibilidad… sola… y tengo los mejores recuerdos de Budapest y del festival; la última noche celebré con italianos y belgas y días antes en el hotel conocí personajes dignos de ser mencionados en relatos surrealistas. Mi mejor festival sin duda.
Para esa primera experiencia aún no conocía la comunidad oficial de Sziget en español, tampoco tenía idea de que existía no sólo para Sziget sino para otros festivales en diferentes ciudades europeas. Si vas solo, a través de las redes sociales-locales de los festivales puedes armar un buen grupo para vivir directos impresionantes, disfrutar conciertos, relajarte, reír, hacer fiestas, etcétera.
El contacto previo que permiten las redes derriba barreras y si el festival al que deseas ir no tiene esto, sólo es necesario buscar tu idioma (y si se habla el mismo: gente con cara de amabilidad), un concierto es para divertirse y por más tímido que seas decir “¡hola!” abre muchas puertas. Si vas acompañado sumas gente y si vas solo conoces nuevas personas a las que les interesa lo mismo que a ti (estar allí y pasarlo bien), si alguien te mira con cara de que no, el que está mal es él.
En cuanto a los periodistas este punto no significa nada, allí vamos a trabajar, pero no somos mártires y en la zona de prensa siempre habrá un colega solo de un país impronunciable con el que encajar.
¿DÓNDE DUERMO?
Ofertas de hospedaje es lo que sobra en ciudades en las que se organiza un festival con nombres internacionales en su cartel y aún más formas de idear mejor el leitmotiv de todo viajante festivalero: el precio.
El año que me decidí con algo de reparo y sin referencia o consejo de alguien para embarcarme hacia Sziget pernocté en un hotel modesto y divertido por los personajes variopintos con los que tuve la oportunidad de interactuar y por el que pagué lo mismo que uno mejor con meses de antelación. De nuevo el tiempo de previsión es importante. La elección de un albergue para estudiantes o un hostal suele ser lo más recurrente y cercano a la vivencia festivalera pero los sibaritas siempre encontrarán un hotel a su gusto; fechas, antelación y flexibilidad vuelven a ser importantes y portales como Trivago un buen punto de partida.
Aún así nada se compara con vivir un festival las 24 horas (si como periodista debería ser un must para poder narrar absolutamente todo lo que se vive allí, como asistente es la mejor forma de disfrutarlo por completo).
¿Nunca has acampado? Los mejores festivales europeos es lo bueno que ofrecen, llegar a hospedarte en el espacio vacío que mejor te acomode; cerca de los baños, del escenario principal, de la carpa electrónica o lejos de todo. Sziget tiene un camping con piscina (VIP), uno con ambiente francés (Apero), otro italiano (Alternativa), con sombra y el bar de Torrente en la entrada (Siesta), otro bajo la sombra de muchos árboles y cerca de la entrada (Bridge) y el general que obtienes con un abono o la entrada de dos días consecutivos.
A los latinoamericanos les es extraño el tema de acampar en un festival y sí… puede que no sea la vida más cómoda pero es la vida, la experiencia, vivir el minuto desde que abres los ojos y en tu incomodidad tienes de fondo musical el sound check de la banda que verás en la noche, no piensas en ello (o no deberías, es otro tema). Si vas a un festival a estar cómodo, duermas o no allí, no vas (ni como asistente y mucho menos como periodista). No somos europeos viviendo como indigentes (como alguien me dijo), somos jóvenes viviendo lo que en Latinoamérica es impensable y en Europa no solo es normal, es libertad y confianza.
¿VALE LA PENA?
Aquel 2007 Budapest despertó mi interés y curiosidad pero me sonaba lejano, raro e inaccesible a la vez que intrigante y bonito como destino. La apariencia de la ciudad prometía muchísimo, también el cartel del festival pero no estaba del todo convencida y de pocas cosas me he arrepentido tanto como de no haber embarcado a ciegas rumbo a Hungría y su Sziget desde ese año.
Ir a un festival en otro país cuenta como experiencia musical y viajera; es ver el cartel designado y disfrutarlo en un entorno distinto. Puede parecer cliché pero ver a Molotov en Hungría no es lo mismo que verlos en México; igual que Muse en la primera edición de Lollapalooza Berlín no fueron lo mismo en el Corona Capital 2015 o Sziget 2016.
¿QUIÉN TOCA?
Hay festivales que atraen por ser nombre propio como Glastonbury, para el que es necesario inscribirse en una lista y esperar estar entre los primeros que podrán adquirir los pases. En 2012 Glastonbury no se celebró y Michael Eavis, su fundador, propuso Sziget como el destino alternativo. Este 2018 la alternativa oficial de Glastonbury es The Big Weekend organizado por la BBC.
Así un sólo nombre, el de un festival congrega a miles de personas, porque si alguno de tus artistas favoritos está de gira, por pequeña o grande que sea la letra en los carteles que ocupa, lo más probable es que esté allí.
Si te haces esta pregunta seguramente te mueve la música y en ese sentido entre más lejano sea el festival, mayor oportunidad tendrás de encontrar cosas maravillosas de otros países que no imaginabas que existían, las letras pequeñas son tesoros.
Si nada de lo que hay en un festival largo como Sziget te emociona, ni las letras grandes del cartel, las fogatas nocturnas, los artistas “desconocidos” de otros lugares del mundo en los escenarios medianos y pequeños; el rollo no es para ti y no se trata de convencer sino de explorar, abrir caminos para llegar a la música. Y si esto pasa, el destino de festival puede no ser lo tuyo.
¿IMPOSIBLE?
Internet y las redes sociales me han permitido saber que nada lo es, requiere ingenio y preguntas.
Si te mueres de ganas y estas opciones no te sirven, puedes vivirlo a través de nosotros. Desde 2014 publicamos crónicas desde Sziget y otros muchos festivales internacionales, no estamos en todo el mundo pero ojalá nos cuentes qué quieres leer, ver, recibir y escuchar. También somos el medio oficial en México de Sziget a través del cual podrás ver los escenarios principales vía streaming (aunque no estés en México).
BREVE RESUMEN
- Compra las entradas en la época previa de descuentos. Si al final no puedes ir, seguro encuentras quién compre esos pases.
- Reserva con antelación los vuelos y sé flexible en tu tiempo de estancia.
- Un lugar donde pernoctar es importante, busca ofertas de estancia en webs que ofrecen distintas tarifas y si no tienes dinero para reservar un hotel cercano al festival, acampar es parte de la experiencia y tiene ventajas que no te dará el mejor hotel de la ciudad. Si es un festival que no tiene camping, los albergues, hostales y hoteles resultan una excelente opción si los buscas con tiempo y en el lugar adecuado. Los apartamentos turísticos suelen encarecerse según la cercanía al lugar del festival pero también son una buena opción.
- Olvídate de la necesidad de compañía, si haces contactos previos en las redes del festival seguro te harás de un nuevo grupo festivalero y si no, di “hola” en cuanto escuches una lengua que te sea conocida. Si eres tímido, las primeras veces cuesta (¡vaya que sí!), pero si fallas tienes la certeza de que entre miles de personas es casi seguro que no te reencontrarás con tu amistoso intento fallido.
- No esperes que todo sea como quieres. Algunos festivales valen tanto por la experiencia como por las letras de su cartel.
- Explora los grupos de las letras pequeñas, son una fuente emocionante de nuevas experiencias.