CARLOS CELIS • Un poco más que “el sabor del mes”.
Ay Charli, Charli… Cuando se trata de esta chica, uno no puede más que sentir el orgullo de un padre “postizo”. Y es que de las nuevas estrellas del pop, Charli es de las más perseverantes.
Para quien consume música a través de las vías tradicionales, como las estaciones de radio juveniles o los canales de videos, Charli puede parecer el sabor del mes, la nueva moda, la chica que canta esa canción que va a sonar un rato y después será sustituida por otra chica con otra canción. Y en parte es verdad, pero no del todo.
Charlotte Emma Aitchison tiene 22 años, pero ya grababa música desde los 14 y tocaba en raves en Inglaterra. Para los 19 se había hecho de un nombre y de la codiciada fama viral en internet, con apenas un par de grabaciones que ya incluían “Stay Away” y “Nuclear Seasons”, que hoy se cuentan como sus primeros clásicos.
Para el momento en que su primer álbum oficial True Romance salió a la venta, Charli ya había dado vueltas por el Billboard varias veces con canciones como “You’re the One”, “You (Ha Ha Ha)” y el hit que compuso para Icona Pop, “I Love It”, que hasta la fecha toca en sus presentaciones pues, como lo ha dicho varias veces, no solo la compuso sino que canta en ella. Su voz tan característica y su actitud se pueden sentir durante toda la canción.
Pero además de inyectarle frescura a las listas de popularidad, a Charli le debemos en parte el regreso de ciertos sonidos, modas, lemas y posturas ideológicas de otras épocas. Con ella regresaron los noventa, la actitud fiestera de los raves y el “girl power”.
Cuando el éxito llegó, llegó bien. Primero, ayudó a componer y participó en la canción que volviera famosa a Iggy Azalea, “Fancy”, que se convirtió en el éxito del verano de 2014 en Estados Unidos. Y luego, colaboró en el soundtrack de la película juvenil The Fault In Our Stars, con la canción “Boom Clap”, que se volvió su propio hit y que finalmente la ayudó a alcanzar a su público, con la ayuda de un poco de cursilería.
Charli, que en su propia juventud es muy prolífica, ni siquiera se había detenido a pensar si sus canciones eran exitosas y tenía listo el lanzamiento de este que es su nuevo álbum, Sucker (el tercero, si contamos todos sus lanzamientos), pero tuvo que detenerlo tras la popularidad alcanzada.
Incluso había dado entrevistas a los medios indie que hasta la fecha la siguen (esos padres “postizos”) para explicarles que dejaría el pop de lado y que en su nueva grabación había trabajado con rockeros de Weezer y Vampire Weekend. Algunos demos aparecieron y la dirección sí era radicalmente opuesta.
Pero con la popularidad vienen las concesiones, las obligaciones y la complacencia. Sucker tuvo que regresar al estudio para varios ajustes y así no decepcionar al recién adquirido público juvenil de los Estados Unidos. ¿Los ajustes afectaron el disco? ¿Qué tan bien está…?
La buena noticia es que la actitud de Charli sigue ahí. Desde el tema abridor, que da nombre al álbum, aparecen los desplantes punk, las mentadas de madre, las guitarras eléctricas, y todo cubierto con esa deliciosa capa de caramelo, dulce y crocante, que todos esperamos de Charli.
La primera mitad del álbum es la promesa cumplida de llegar a la fiesta del fin de semana y que el DJ ponga puras buenas rolas, una tras otra. Luego aparece “Boom Clap”, que a estas alturas ya nadie le hace el feo y es el momento en que el álbum se pone meloso, o por decirlo de otra forma, la hora de slow-dancing en la fiesta de graduación. Así continúa el nuevo sencillo, “Doing It”, donde Charli regresa a sus influencias ochenteras y que ya tiene una nueva versión junto a Rita Ora.
De ahí en adelante el álbum apunta para todas direcciones, como niña borracha, y solo logra reponerse un poco para cerrar con “Need Ur Luv” y no llegar a casa a rastras. Sucker es una buena extensión del sonido ya explorado en “True Romance”; pegajoso, rítmico y, ahora, con una notable orientación rockera que tal vez se quedó en la intención, pero que sí cuenta como un paso adelante y que sus fans seguramente agradecerán.
Me atrevería incluso a decir que ambos álbumes están aún más emparentados en el sentido de que, al igual que el anterior, Sucker podría no significar el éxito rotundo que la disquera de Charli estaba esperando. Pero esa es otra buena noticia para los que disfrutamos su música.
–
[…] Charli XCX le da un giro al ambiente con “Red Ballon”, que es uno de los temas más electrónicos y bailables del soundtrack, lo mismo que Jacob Plant, un DJ británico (quien ha realizado remixes a gente como Iggy Azalea y… sí, Rihanna) que colabora aquí con un track de esos que caen en todos los vicios de la música electrónica, principalmente el uso ridículo e indiscriminado de ciertos ritmos y loops. […]