ARTURO URIZA
Ya lo he dicho en otras ocasiones: Black Lips no es una banda de discos. En todo caso, de EP’s. La cuestión es que no son malos, porque son una banda entretenida con –algunas– canciones increíbles. “Bad Kids” probablemente sea uno de los mejores temas de rock de la década pasada; así, sin exagerar, porque es generacional líricamente, emocionante, divertida y sonoramente electrizante.
Sabemos también que ni ellos se toman muy en serio, así que cuando lo hacen, resulta un poco decepcionante. Nosotros queremos a los Black Lips que se vomitan en el escenario, que hacen canciones desmadrosas y tontas; queremos que sean los adolescentes eternos que nosotros quisiéramos ser y que hagan giras en Medio Oriente aunque sea zona de conflicto; queremos que se besen en el escenario porque estén perdidos de borrachos… Y cada vez siento que eso sucede menos.
No es sólo el hecho de que de por sí sus canciones suenen bastante similares a otras bandas o proyectos; como “Funny”, que suena a un copycat de “Homosapien”, de Howard Devoto, sino que además ya suenan a las bandas que querían sonar como ellos.
Aún así, cada trabajo que lanzan contiene por lo menos dos o tres canciones muy buenas; “Dorner Party”, “Smiling”, “Do the Vibrate” y la misma “Funny” son muestra de ello. Esto no quiere decir que lo demás sea malo o inescuchable, porque incluso lo que no brilla es aceptable, pero no genial.
Por supuesto, es injusto pedir genialidad total en cada disco, pero vamos, Black Lips es una banda de garage consolidada que ronda el estrellato y trabaja con superproductores de moda como Mark Ronson. Entonces, si ya se te acabaron las balas como banda under y ahora estás en un lugar mucho más cómodo, quizá es hora de desarrollar un sonido mucho más complejo, o en todo caso de homologar el pasado de una manera puntual. Y pues ni una ni otra. Numéricamente se podría decir que Underneath the Rainbow tiene cuatro buenas rolas de doce; una tercera parte.
Entonces, ¿está bueno o no? Si eres fan de la banda verás que el disco no propone, pero te gustará escuchar algunos temas. Si no eres fan, pero buscas una forma ligera de entrarle, es buena opción. Pero si consumes garage, punk y similares, y estás pendiente de bandas que estén haciendo cosas nuevas e interesantes, lo más probable es que este te parezca un disco hasta cierto punto aburrido, que es justo lo que me pasó a mí.
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