Adiós irreverencia, hola reflexiones melancólicas sobre relaciones modernas.
LANE COUTELL
En los noventa existía un término genérico que se utilizaba para describir el trabajo musical de diversas bandas, y aunque la palabra “alternativo” se convirtió en el calificativo favorito de la época, a veces no especificaba contundentemente el tipo de sonido que intentaba definir.
Beck entraba dentro de esa categoría musical, pero tacharlo de ser sólo un artista “alternativo”, era insuficiente, pues su rango creativo tenía límites más amplios que el trabajo de muchos de sus contemporáneos; en todo caso “innovador” le vendría mejor.
Hoy que sigue creciendo la necesidad de darle un nombre a todo, Beck se convierte en un artista simple, cuya capacidad de expresar más con menos se ha perfeccionado con el tiempo.
Después de dos décadas de trabajo ha probado de todo, sin embargo parece que el punto de partida clave para su nuevo disco –donde al parecer deja atrás cualquier dejo de irreverencia, para retomar sus reflexiones melancólicas sobre relaciones modernas– es su propio Seachange, que varios años después está encontrando un perfecto complemento a modo de epílogo.
Solo Beck sabe qué tipo de demonios necesite exorcizar al hacer un disco, pero da la impresión que en Morning Phase nos comparte un retrato más íntimo sobre su persona, dejando atrás al estrafalario experimentador que puede adueñarse de la pista de baile e imitar de manera irónica pasos de antaño, porque ahora, en este disco, sustituye excentricidad con emotividad.
En “Blue Moon” nos revela su propio malestar con la frase: “I’m so tired of being alone”, siendo esta una clara confesión de lo que vive, aunque cabe aclarar que varias de las canciones de esta producción fueron concebidas algunos años atrás y el retomarlas sólo reafirma su necesidad de abordar ciertos tópicos.
A veces las brillantes guitarras acústicas, los íntimos pianos reveladores y los elegantes arreglos de cuerdas contradicen su extenso uso de sampleos, la imaginería kitsch y otros recursos experimentales, pero más allá de juzgar cuál faceta de Beck es más significativa, creo que debemos integrar ambos sonidos en un solo universo para entender mejor a la persona que está detrás de esta música y así captar la esencia de lo que comunica.
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