A favor
MARÍA MERIOMA
Los seguidores de Muse, encandilados por la voz de Matt Bellamy (que a muchos no seguidores más bien deja ciegos –o sordos–), amaremos lo que hagan y la forma en la que lo hagan.
El hecho de volver a sus cimientos con Drones emocionaba y prometía uno de los mejores discos del año. Sin embargo, Drones es como un hijo muy esperado que nace y crece psicópata. El primer sencillo del álbum, “Psycho”, bien permite esa analogía. Este psychokiller es, además, un “copycat serial killer”; momentos inspiradores de Queen conjugan ráfagas de Marilyn Manson en gerundios de Van Halen o participios de Metallica y AC/DC.
Y así se entreteje la historia contada en este álbum conceptual del que solo se puede rescatar la tercera parte.
En contra
ALEX CASTRO
No son ellos. Soy yo, que pasé buena parte de la niñez y toda la adolescencia escuchando discos de rock, de todos los géneros y subgéneros, por lo que, aunque suene petulante: ya escuché esto mil veces.
Quizá por eso no puedo con una banda que a estas alturas desentierre los peores vicios del “rock conceptual” (la grandilocuencia, los riffs, las voces chillantes y las historias apocalípticas). Nunca supe cuál era el estilo de Muse. Primero vivían a la sombra de Radiohead, y ahora se cobijan en el recuerdo de un Yngwie Malmsteen que conoce a Queen… O peor aún: de unos Scorpions que conocen a The Darkness.
Pero no me lo tomen a mal: no son ellos, soy yo que no puedo con su voz autocompasiva y su sobreproducción. Habrá a quien sí le funcione, y estará bien.
Ahora te toca a ti escuchar… y opinar:
–